lunes, 27 de mayo de 2013

MTV nos descubre a la Patricia Pérez nutricionista

 
Los compulsivos anuncios televisivos, extensísimos, insoportables, llevan al hastío, mientras que las comodidades del mando a distancia nos invitan directamente al zapping. En plena vorágine del cambio de canal, y al pasar por un programa de la cadena MTV de cuyo nombre no quiero acordarme, me topé con la presentadora y actriz Patricia Pérez en bata blanca. Cual recuerdo-homenaje a los buenos ratos que me hizo pasar desternillándose de las revistas del corazón, del baboso famoseo de la prensa rosa, en su programa Mamma Mia, dejé de teclear, de presionar frenético los botones del mando, para ver de qué trataba su actuación. ¿Sería un sketch en plan Vaya Semanita? ¿Sería una broma para algún programa de telerrealidad? Pues la verdad es que Patricia no interpretaba ningún papel y sí ejercía una de sus profesiones que, lo reconozco, desconocía por completo –aunque tampoco me importaba lo más mínimo, sinceramente–: nutricionista. Ahora, lo de “broma para la telerrealidad” realmente era cierto, pues en esos momentos aparecía tratando en su consulta a una mal llamada “cantante” nacional cuyo menú diario consiste en el consumo ingente de porquerías varias –ella misma lo reconoce–, intentando arreglar lo que posteriormente le traumatiza o molesta a golpe de bisturí. Chica, para qué tanto nutricionista si luego a la menor te haces un completo de chapa y pintura para que se te marque más el pómulo de aquí o el hueso de allá.
 
 
Pero no, no vengo a hablar de esa hija de John Waters que, como bien dice el pletórico humorista y músico El Sobrino Del Diablo, en su vida ha afinado a la hora de entonar uno de sus singles, y sí de La Pérez, de aquella Patricia que junto a un histriónico Víctor Sandoval presentaban el desinhibido Mamma Mia. Ahora ella ha dejado sus valiosísimas actuaciones naïf para hablar de dietas, ya sean bajas o ricas en carbohidratos; por lo visto, su definitivo paso por Vuélveme Loca la hizo replantearse su necesidad de vivir trabajando para la pequeña pantalla –sobre todo tras ver las insufribles e intragables ínfulas de Tania Llasera, esa presentadora que por haber trabajado con algunas productoras británicas ya se creía el mismísimo Simon Cowell–. Pero parece ser que la nube negra aterrizó sobre las dos cabezas de las caras visibles de Mamma Mia, ya que Sandoval ha acabado rompiendo también con esa imagen de tipo extrovertido y cachondo, con ese humor tan arrabalero suyo. Y es que lo de Víctor ha sido para mal, transformando su privacidad personal en un circo entre el culebrón sudamericano y un reality: que si me río de Thalia, que si me pica una araña, que si me voy para el otro barrio, que si no, que si Nacho Polo, que si canto “Nachopolizate”, que si te quiero o no te quiero previo pago de Salvame Deluxe... En fin, el día a día de Tele5. Por cierto, ¿de qué estaba yo hablando? Ah, sí, de que entre la MTV y el canal de Paolo Vasile cada vez hay más concomitancias.
 
por Sergio Guillén

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